Ser Mamá no es para Lloronas
Una bitácora de experiencias y opiniones a mis 31 años y con tres niños que me han enseñado a gozar la vida como es.
martes, 18 de enero de 2011
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Yo y mi positivismo
Bueno mis proyectos para el nuevo año que comienza son; poner fin a los problemas, no bajonearme por las malas vibras y aferrarme siempre a las buenas, tratar de hacer y proyectar sólo bien (me carga la gente que con sus problemas tira mala onda, al final la gente se aleja de ellos) y lo más importante cuidarme a mi misma, aprender a ser egoísta de una buena forma ya que mientras mejor esté yo seré siempre una buena mamá y persona en general.
jueves, 15 de julio de 2010
Adiós a las Malas Costumbres
Lo decidimos, cerramos contrato de arriendo y nos vamos a fin de mes del kibbutz.
Después de muchos dimes y diretes, la sensación de pertenencia al lugar que nos cobijo los primeros 6 años en Israel ya no era lo mismo.
La carta que nos partió el corazón en un comienzo nos dió el empujón que necesitabamos y sin darnos cuenta somos niños grandes que salimos a la realidad.
Lo que nos queda por hacer drásticamente es cambiar muchos de nuestras costumbres de kibbutz, donde sentíamos que todos los kilómetros cuadrados eran nuestros y donde nuestros niños dejaban la bicicleta en el parque de juegos, para ir a recogerla el día después.
Debo olvidarme también de dejar el auto abierto y recordar sacar las llaves que muchas veces se me quedaron puestas, cosa que en Chile habría sido una invitación con mayúsculas que dijera RÓBENME!
La mala costumbre de salir 5 para las 8 de la mañana cuanto tengo que abrir a las 8 la oficina y de paso dejar a Yael en su jardín. Aún estoy viendo en que jardín pondré a Yael desde Septiembre, pero no será al lado de casa por lo que tendré que hacer repartición de niños en auto.
Otra cosa es tener un minimarket al lado de casa con una cuenta/crédito que se paga una vez al mes. La verdad creo que no tener crédito al final de cuentas puede ser positivo para no ser tan tentados, ya que cada vez que decíamos que ibamos a ahorrar al final del mes de todas maneras llegabamos casi a las 300 lucas en compras. Entre los heladitos, las cosas ricas para el fin de semana y sus vinitos para acompañar las comidas.
Cerrar la casa con llave!!! Quiero contarles que no tengo llave de mi casa, entre nosotros y que de aquí no salga, mi casa está abierta todo el tiempo, cuando salímos toda la familia a veces la cerramos, al parecer hay una llave escondida en la entrada de mi casa pero sólo Jorge sabe donde está porque yo ni idea.
Es más la única razón que tuve para comenzar a cerrar la casa en la noche fue que en mi casa tengo a la Yaelita que a veces se levanta en la noche y sale a pasear con sus muñecas en coche y a Jorge que es sonámbulo y en la noche se prepara comida dormido y también sale al patio y se queda ahí como tomando sol.
Dejar todo afuera de la casa y sin candados, las bicis caras de Jorge, el skooter eléctrico de Samuel, los juguetes de los niños y hasta bolsas con mercaderías que se quedan afuera que nos olvidamos de entrar, deberemos recordar ser citadinos y comenzar a amarrar todo.
También andar descalzos para todos lados, es una cosa típica de kibbutz, los chicos llegan a casa y se sacan los zapatos con una rapidez que impresiona. Cuando llego a casa tarde suelo adivinar cuantos amigos están jugando con los niños según la cantidad de pares de zapatos que hay al lado de la puerta de entrada.
Y eso es poco decir, hay chicos que completamente no usan zapatos en todo el kibbutz, es más una de las reglas en el colegio donde estudia Samuel es que durante todo el tiempo de clases los niños deben estar con zapatos, muy chistoso.
Aunque me vaya a una zona tranquila y a una comunidad de gente relativamente pequeña creo que estaré aprehensiva en un comienzo y de a poco aprenderé a abrirme y conocer a un montón de gente nueva para volver a hacer del hogar un nido cómodo para mi familia.
Pero bueno, ya nos mudamos una vez y el cambio fue considerablemente más grande, desde Santiago al norte de Israel por lo que ahora en mi opinión este desafío nos queda chico.
Lo que falta ahora es volver a enamorarse del lugar y la gente, pero para eso se necesita tiempo pero no importa, yo al menos no estoy apurada.
martes, 13 de julio de 2010
El lado odioso y adorable de los hombres cavernícolas
Después de ir a buscar a los niños del jardín decidí ir a comprar una casata helado para regalonear a Jorge que estaba en casa, y como la heladera en el minimarket está al lado de la caja, le dije a los chicos que no se bajaran y dejé el auto encendido, me iba a demorar máximo dos minutos.
Al momento de agarrar el helado entra al minimarket un tipo que traia mercadería y grita con la mayor prepotencia- Quién dejó un auto verde que no me deja pasar el carro con la mercadería?!-
Le dije que yo que iba de inmediato ya estaba en la caja, el muy pelotudo me dice - Vieja loca más encima con este calor deja a los niños encerrados en el auto-
Ahí ya mi paciencia estaba colmada y le dije - "Ya voy histérico y por mis hijos no se preocupe que los dejé muy bien en el aire acondicionado"-
Los que estaban adentro comentaron la imbecilidad el tipo y pensé que eso era todo, pero no, cuando salgo al auto estaba esperándome para seguir con el rosario de garabatos por haberle tapado la pasada, le comencé a levantar la voz y le dije que se calmara, le pregunté que quién era él para venir a gritarme y cuando ya no paraba le dije que no me iba a mover hasta que pidiera de buenas maneras o que llamaba a su empresa a reclamar por él en ese mismo instante.
Eso lo encendió de una manera inesperada y agarró la puerta del auto, me dijo que me iba a dar con el carrito de mercadería y que me iba a cagar el auto si yo no me movía en ese instante y no me dejaba cerrar las puerta de mi auto, estaba segura que me iba a llegar algún golpe de su parte, hasta que salió gente del minimarket, lo separaron de mi auto y pude irme a casa.
Ahora, mi casa queda a 300 o 400 metros de la tienda, por lo que bajé a los chicos, tratando de calmarlos, llegué a casa y le pido a Jorge el teléfono del dueño del negocio para hacer el reclamo oficial, le expliqué lo ocurrido, le dije que estuve a punto de llamar a carabineros y le pedí que pasara mi reclamo a los superiores del tontón.
Antes de que me diera cuenta Jorge ya no estaba en casa, había volado a ver al hombre que me había ofendido y asustado y obviamente a ofrecerle combos.
Ahí el cavernícola repartidor, cuando se vio al frente de un macho de verdad como es mi maridito, se deshizo en disculpas, pero no fue suficiente para calmar a Jorge que lo zamarreó un poco, sin irse a los golpes, y luego lo estuvo esperando su buen rato afuera del negocio, y por lo que me contó la cajera al final el tipo le dió pena y ella hasta le ofreció un cigarro. Mi coso al final se fue a casa con las manos empuñanas, pero limpias.
El estúpido se asustó, comenzó a llamar a pedir disculpas y pedir que no pidamos que lo echen porque él es padre de familia. me ofreció chocolates y flores como si eso arreglara las cosas.
La verdad al final el tipo me dió pena, es simplemente un poco hombre que es capaz de tirarle toda la camionada a una mujer y a sus asustados niños y chuparse con un hombre que le ofrece unos buenos combos para defender a su señora.
Sé que es retrogrado agarrarse a combos, pero cuando lo hace mi marido para defender mi honor es emocionante.
Es como esos shocks de adrenalina que tiene uno cuando es más pendejo y se manda cagadas, son de esos impulsos que vienen de lo más animal que llevamos dentro.
Las emociones a veces no se pueden controlar, sino pregúntenle al Capitán español Iker Casillas que no se aguantó en besar a su novia, Sara Carbonero, inluso al frente de cámaras y que la pobre se haya muerto de plancha. Mi marido no se aguantó la rabia y fue a sacarle la mugre a un desgraciado que me ofendió.
Es verdad, a veces a las mujeres nos gustan los hombrenes cavernícolas, no los odiosos, sino los que son brutos románticones, y siendo un poco machista les digo, la sensibilidad déjenlo a nosotras.
Coso Te Amo.
lunes, 5 de julio de 2010
El Mundial desde lejos...
Bueno otra cosa que hay en el kibutz son apuestas ilegales, siiiiii, como escuchan, bueno la verdad no es tan grave, sólo un grupo de como 15 personas que decidieron tomar cada uno un equipo a su nombre, para entrar a la apuesta había que pagar alrededor de 15 mil pesos chilenos y el ganador se lleva todo el fondo, como 225 lucas nada mal.
miércoles, 16 de junio de 2010
Las Cuentas Semanales de ser Mamá
Como madre completamente del montón israelí me saco la mugre para que mis niños reciban todo esto.
Cosa aparte, la vida no es sólo sufrir y hay que saber hacerse pequeños espacios para regalonear al marido y regalonearse a 1 misma también.
El promedio de chicos para una familia no religiosa en Israel es de entre 3 a 4 niños.
Por ahora estoy muy contenta con mis 3 pollos y creo que ahí nos quedaremos con el Coso.
La mayoría de la gente es muy hincha pelotas cuando preguntan -"Cuántos niños tienes?-", es como una forma más de medir cuanto aportas a este pequeño pedazo de país (territorialmente hablando, nadie se ofenda).
Cuando respondo que tengo 3 bebés, porque aunque el pollo grande ya viaje sólo en bus de Tiberias a Haifa donde los abuelos, siempre será mi bebé fundido de regalón...disculpen, bueno cuando digo que tengo 2 varones y 1 niñita me preguntan si no me gustaría otra niñita, ufff o sea, los que conocen a mi Yaelita preciosa deberían saber que con 1 basta y sobra...
Siempre explico que la semana tiene 7 días, de ellos 3 veces por semana tengo que recibir grupos, trabajar hasta tarde y a veces vuelvo a casa cuando ya se están quedando dormidos o están completamente zetas.
Quedan 4 días, 1 para dedicarle a cada niño, de verdad conversar, en lo posible salir a solas con él, es super fácil la verdad, cuando voy a Fisioterapia de Gadi después vamos al super o a comprar 1 heladito y me cuenta sus cosas. Hace un tiempo también Samy iba a terapia 1 vez por semana y era nuestro día entretenido, y aunque la Yael sea chiquitita juego con ella a armar torres, juegos de cubos y veo como avanza en su motricidad fina.
Es más los especialistas recomiendan al menos "media hora de alfombra" diario, eso quiere decir sacarse los zapatos, tirarse al suelo, estar a la altura de ellos, estar "disponibles" y no hacer otras cosas mientras ellos nos quieran aprovechar un 100%.
Después de dar 1 día por niño va quedando 1 día solamente de los 7 de la semana...hay que hacer algo choro con el marido, o sino, cuándo se tiene la complicidad que se tenía antes de que llegaran los niños?
En nuestro caso es comer algo rico preparado por nosotros, comida china de Jorge o burritos, en caso de locura máxima pedirnos 1 pizza, conversar o ver 1 peli es un muy buen panorama.
Y tiempo para mí? La verdad cuesta hacerse, por ejemplo 1 día a la semana para pintarse las uñas como se necesita (las que no tenemos plata ni tiempo para pagar manicures y pedicures), darse 1 baño tranquila y no corriendo en la mañana, depilarse y otras cosas más que sólo mujeres entienden.
Ahora que Jorge comenzó a trabajar en Tiberias, sale en las mañanas temprano y vuelve tarde casi todos los días, menos los martes y viernes que trabaja medios días, debemos hacer el orden de la casa antes de salir de acá, entre las 7 y media y las 8.
De 4 a 8 son horas de sólo niños, jugar, pasear, baño, comida y a dormir.
Después de que hay silencio se puede cocinar u ordenar ropa o escribir en el computador si no caemos rendidos a la cama. Preparar comidas es lo que hago más tarde y más temprano
Tener niños es más que sólo alimentarlos y vestirlos, es conocerlos, protegerlos de sus miedos (hay padres que ni saben que cosas de verdad asustan a sus hijos), conocer a sus mejores amigos y con quienes no se llevan bien, es hablar con los profesores o parvularias regularmente independiente de las reuniones de apoderados, amarlos y educarlos para que sean personitas independientes y seguras en estos tiempos de hoy.
Debo decir que si se sigue esto al pie de la letra, aún va a quedar 1 mundo por conocerlos y lo
más probable es que hayan muchas cosas que no nos cuenten y no sepamos, por eso hay que poner fe en los instintos y en el tincómetro maternal.
No sé como hacen los religiosos; Opus Dei , Judíos Ortodoxos, Musulmánes y todos aquellos que tienen por sobre la media docena de cabros chicos. O sea sí se como lo hacen, el más grande cría al más chico, y me dan pena, los padres y los niños, tener buenas relaciones en la familia es posible, pero no estar presentes y apoyadores en lo que necesiten porque es imposible.
Y para terminar de hacer cuentas quiero contar 2 refránes judíos, los sefaradíes dicen que "Los niños son alegría" (sumar) y los ashkenazis dicen "Niños chicos problemas chicos, niños grandes problemas grandes" (restar).
Yo me quedo con el primero y de ahí tirarle hacia adelante siempre...quién está conmmigo?
lunes, 14 de junio de 2010
Los abuelos
Yael es la más afortunada ya que no va a tener memoria de NO abuelos en su vida.
domingo, 30 de mayo de 2010
La Ruta de Israel
La ruta de Israel es un camino desde una punta del país a la otra, un paseo que se puede hacer en un mes caminando aproximadamente, hay marcas a lo largo de la Ruta que indican el camino a seguir y no es difícil guiarse por ellas.
jueves, 27 de mayo de 2010
Coincidencias del Destino
Como la Yaeli tuvo problemas cuando nació, me tomé más tiempo del post natal y también mis días libres para que cuando entrara a la Sala Cuna estuviera más grande y fuerte.
Entró un día domingo, que acá en Israel es el primer día de la semana, cuando la pollita más chica tenía 5 meses y estuvo todo muy bien.
Al domingo siguiente, a una semana de haberla ingresado cuando la fui a recoger me dijeron que estaba media apática y que no quiso comer de mi leche que le había dejado, me llamó la atención, pero ella no tosía ni tenía fiebre así que no me preocupé.
Al otro día no se veía bien y a pesar de aún no tener fiebre nos fuimos al hospital, allá le descubrieron una neumonía fulminante que no fue sintomática, simplemente le agarró los pulmónes y empeoró silenciosamente.
Cuando nos hospitalizaron nos pusieron en una pieza con una ventana interior al cuarto/oficina de las enfermeras, la razón la dió el doctor en su vuelta de rigor con el equipo,-"esta niñita es la que está más grave en este momento"- dijo, y les dijo que tenían que estar atentos a su estado.
Yael dormía y dormía y no despertaba siquiera para mamar su comida, la alimentaban a través de infusión a la vena, mi chiquitita no tenía ni medio año de vida.
Un problema eran mis pobres pechugas que cada 4 horas se llenaban de leche y no había nadie que se alimentara de ellas, así que empecé a sacarme con esas maquinitas lecheras y congelaba toda la leche en unas bolsitas especiales para su mantención.
En Israel al ser hospitalizado un niño es obligatorio que un adulto esté con ellos en todo momento, lo que era muy cansador, por suerte con mi madre hacíamos turnos y así yo podía ir a ducharme a la casa y ver a Samuelito y Gadi, descansar poco y nada, porque me desesperaba por volver al ladito de mi beba.
Las noches apenas dormía porque entre las alarmas de las máquinas y niños llorando no se podía dormir más de dos horas de corrido.
Ahora lo bueno: En aquella hospitalización me tocó conocer a dos mujeres encantadoras y dos niñitos deliciosos.
A la primera que conocí fue a la vecina que estaba a nuestro lado derecho, Liat una chica de Tiberias y su bebé que se llamaba Lía, uno de los nombres que hasta pensé para Yael, tenía cara de risa en todo momento y un pito que sonaba cada vez que inhalaba.
De familia marrocana eran pura felicidad y muuucha comida todo el tiempo, la abuela llegaba con queques, berlínes y galletas todo hecho por ella, una delicia.
A mi lado izquierdo estaba Ofra con su bebé Shalev, ella era una mujer religiosa light, muy inteligente y interesante de hablar con ella. El chiquito era su quinto hijo y hacía unas apneas que lo dejaba sin aire por largos segundos.
Era mi compañera de café, yo tenía vasos de cartón y sobrecitos individuales, le preparaba café y me lo agradecía mucho. Ella y su marido son profesores de una escuela religiosa y tienen otros 4 niños muy educados una copia el uno al otro.
Uno hace lazos de amistad con estas compañeras de luchas, todas queríamos que nuestros pollitos se sintieran mejor, y cuando una tenía pipí o quería ducharse,la otra cuidaba del bebé por unos minutos, hasta recuerdo haber calmado a Shalev una vez que estaba llorando y Ofra se había quedado dormida en la silla al lado de la cunita de su hijo.
En fin, los días son interminables cuando estás con niños en el hospital, pero cambiándonos los juguetes conversando y animándonos entre nosotras se pasaba un poquito más rápido.
Una mañana estaba estirando las piernas y leyendo la planilla médica que estaban a los pies de la cuna de Lía y me dí cuenta que habían nacido el mismo día, que chistoso le digo a Liat, la madre, mira nacieron el mismo día...
-¿Dónde la tuviste? -le pregunté
- "Acá mismo en el Hospital de Poria". (Es el más cercano a Tiberias y a mi kibbutz)
- "Que raro que no te haya visto le dije, y a qué hora nació ella?"
Me respondió que como a las 3 de la tarde, la misma hora que yo entré a pabellón a la cesárea de Yael.
Aún recuerdo los nervios precesárea, al menos esta vez, la última vez, Jorge estuvo conmigo tomándome la mano cuando yo tiritaba en la cama de operación, las dos veces anteriores había estado sola...no se lo deseo ni a mi peor enemiga si tengo alguna por ahí...
-"Para peor," - me dice - "estaba con unas contracciones que te mueres y el anestesista estaba en una cesárea de emergencia, al final la tuve al natural"- y se rió.
Recuerdo la cara urgida de la matrona que entraba a la sala de operación y miraba al anestesista con cara de súplica - "está lista la señora ya, le puedes poner la epidural?" -
Y el anestesista recio decía que no se movía de mi lado porque era una operación de emergencia...
A la tercera vez que la matrona se asomó el anestesista le dijo que si era tan urgente llamara a alguien Emergencias...
A los pocos minutos mi panza estaba desinflada y salía a la luz una niñita preciosa, moradita moradita... la enfermera me dejó darle un beso y me dijo que urgente tenía que ponerle oxígeno y se la llevó, le solté la mano a Jorge y le dije que fuera detrás de ella, cuando sale del pabellón se escuchó un bebé llorar, la matrona nos sonrió para adentro y dijo -"al final la tuvo sin anestesia"-...esa era la Lía y la Liat, pero yo lo supe sólo medio año después.
Aún nos encontramos de vez en cuando en la ciudad, si Tiberias es una ciudad chica, también nos hemos visto en el consultorio y vemos cuan grandes están los niños y seguimos conociendo el resto de la familia.
La primera a la que dieron de alta fue a la chicha de Lía, la que se fue sonriendo preciosa, después mi Yaelita y cuando nos ibamos la Ofra me hacía pucheros porque se quedaba sola en el hospital, le dí un besote gigante a ella y a Shalev, ya que sabía que les quedaba poco también para irse...una semana pasamos juntas, son como unas vacaciones pero con muchísimo trabajo y estrés, pero llegar a casa después de haber vivido aquello, es la mejor sensación.
Creo que tuve suerte de conocerlas, preciosas las dos, una morenaza exótica y llena de vida y una religiosa conservadora simpátiquisima, aprendí de las dos y a mi manera les doy las gracias compartiendo nuestra historia con ustedes.
martes, 25 de mayo de 2010
Cruzo los Dedos
Creo yo que es como si el marido te engañara, tal vez podríamos seguir juntos, pero en el fondo no podría perdonarlo hasta el fin, siempre quedará una manchita negra en el corazón.
Y como todas las cosas negativas tienen un lado positivo, fue agradable recibir el apoyo de mucha gente que vive acá, hoy mismo, antes de las 8 de la mañana una vecina me tocó la puerta, yo lavando platos, en pijama y más encima cocinando, me debo haber visto de lo más Doña Florinda, pero ella entró preguntándome si era verdad, que no podía ser tal la tiranía, me dijo que iban a dejar la embarrada, hacer escándalos y le dije que eso estaba de más, no era necesario, y que de todas maneras mi desición de dejar el kibbutz ya estaba tomada.