miércoles, 16 de junio de 2010

Las Cuentas Semanales de ser Mamá

En Chile tuve la suerte de tener 1 nana maravillosa, y debo decir que de a poco me he dado cuenta el tremendo trabajo que hacen nuestras queridas ayudantes, la verdad es que hay personas que nunca van a poder saber lo que cuesta mantener 1 casa ordenada y limpia, que haya comida en el refri y preparada en los platos y que tengan el lujo de ponerse ropa limpia todos los días.

Como madre completamente del montón israelí me saco la mugre para que mis niños reciban todo esto.

Cosa aparte, la vida no es sólo sufrir y hay que saber hacerse pequeños espacios para regalonear al marido y regalonearse a 1 misma también.

El promedio de chicos para una familia no religiosa en Israel es de entre 3 a 4 niños.
Por ahora estoy muy contenta con mis 3 pollos y creo que ahí nos quedaremos con el Coso.

La mayoría de la gente es muy hincha pelotas cuando preguntan -"Cuántos niños tienes?-", es como una forma más de medir cuanto aportas a este pequeño pedazo de país (territorialmente hablando, nadie se ofenda).

Cuando respondo que tengo 3 bebés, porque aunque el pollo grande ya viaje sólo en bus de Tiberias a Haifa donde los abuelos, siempre será mi bebé fundido de regalón...disculpen, bueno cuando digo que tengo 2 varones y 1 niñita me preguntan si no me gustaría otra niñita, ufff o sea, los que conocen a mi Yaelita preciosa deberían saber que con 1 basta y sobra...

Siempre explico que la semana tiene 7 días, de ellos 3 veces por semana tengo que recibir grupos, trabajar hasta tarde y a veces vuelvo a casa cuando ya se están quedando dormidos o están completamente zetas.

Quedan 4 días, 1 para dedicarle a cada niño, de verdad conversar, en lo posible salir a solas con él, es super fácil la verdad, cuando voy a Fisioterapia de Gadi después vamos al super o a comprar 1 heladito y me cuenta sus cosas. Hace un tiempo también Samy iba a terapia 1 vez por semana y era nuestro día entretenido, y aunque la Yael sea chiquitita juego con ella a armar torres, juegos de cubos y veo como avanza en su motricidad fina.

Es más los especialistas recomiendan al menos "media hora de alfombra" diario, eso quiere decir sacarse los zapatos, tirarse al suelo, estar a la altura de ellos, estar "disponibles" y no hacer otras cosas mientras ellos nos quieran aprovechar un 100%.

Después de dar 1 día por niño va quedando 1 día solamente de los 7 de la semana...hay que hacer algo choro con el marido, o sino, cuándo se tiene la complicidad que se tenía antes de que llegaran los niños?

En nuestro caso es comer algo rico preparado por nosotros, comida china de Jorge o burritos, en caso de locura máxima pedirnos 1 pizza, conversar o ver 1 peli es un muy buen panorama.

Y tiempo para mí? La verdad cuesta hacerse, por ejemplo 1 día a la semana para pintarse las uñas como se necesita (las que no tenemos plata ni tiempo para pagar manicures y pedicures), darse 1 baño tranquila y no corriendo en la mañana, depilarse y otras cosas más que sólo mujeres entienden.

Ahora que Jorge comenzó a trabajar en Tiberias, sale en las mañanas temprano y vuelve tarde casi todos los días, menos los martes y viernes que trabaja medios días, debemos hacer el orden de la casa antes de salir de acá, entre las 7 y media y las 8.

De 4 a 8 son horas de sólo niños, jugar, pasear, baño, comida y a dormir.

Después de que hay silencio se puede cocinar u ordenar ropa o escribir en el computador si no caemos rendidos a la cama. Preparar comidas es lo que hago más tarde y más temprano

Tener niños es más que sólo alimentarlos y vestirlos, es conocerlos, protegerlos de sus miedos (hay padres que ni saben que cosas de verdad asustan a sus hijos), conocer a sus mejores amigos y con quienes no se llevan bien, es hablar con los profesores o parvularias regularmente independiente de las reuniones de apoderados, amarlos y educarlos para que sean personitas independientes y seguras en estos tiempos de hoy.

Debo decir que si se sigue esto al pie de la letra, aún va a quedar 1 mundo por conocerlos y lo
más probable es que hayan muchas cosas que no nos cuenten y no sepamos, por eso hay que poner fe en los instintos y en el tincómetro maternal.

No sé como hacen los religiosos; Opus Dei , Judíos Ortodoxos, Musulmánes y todos aquellos que tienen por sobre la media docena de cabros chicos. O sea sí se como lo hacen, el más grande cría al más chico, y me dan pena, los padres y los niños, tener buenas relaciones en la familia es posible, pero no estar presentes y apoyadores en lo que necesiten porque es imposible.

Y para terminar de hacer cuentas quiero contar 2 refránes judíos, los sefaradíes dicen que "Los niños son alegría" (sumar) y los ashkenazis dicen "Niños chicos problemas chicos, niños grandes problemas grandes" (restar).

Yo me quedo con el primero y de ahí tirarle hacia adelante siempre...quién está conmmigo?

lunes, 14 de junio de 2010

Los abuelos

Puedo decir que mi vida en Israel hasta ahora se divide en dos:
Antes y depués que llegaran mis padres.

La primera etapa que tuvimos acá como familia, Jorguito, Samy y yo, fue de conocernos, de formar familia, hogar.
De llegar con sólo nuestras maletas con ropa a hacer una casa linda y agradable a los amigos que vienen a visitarnos fue algo que construímos de a poco, sin apuros y con mucho amor.

Llegaron Gadi primero y Yael después a nuestra vida y crecimos aún más.
Pero cuando llegaron mis papás vi a mis hijos florecer de otra manera, la conexión que hubo con ellos no fue igual para todos y eso me sorprendió mucho.

Samuel los reconoció y apegó a ellos inmediatamente, mal que mal, fueron sus primeros cuatro años de vida los que compartimos con mis papis día a día, y para él siempre estuvieron presente de alguna forma, cuando ellos llegaron se puso más guagualón y se fue a puro regalonear y hasta a pasar varias noches afuera de casa.

Gadi tenía 3 años cuando ellos llegaron, le fue difícil aceptarlos inmediatamente , pero a un año de la llegada de los abuelos está completamente regalón y no se hace problema hasta para quedarse sólo con ellos.

Yael es la más afortunada ya que no va a tener memoria de NO abuelos en su vida.

Esa chica loca, en el momento en que estamos como a un kilómetro y medio de la casa de los tatas se pone a gritar, llamar al Tata o a la Yaya, aplaudir y reír, como no me va a dar gusto, hasta me emociona cada vez que se vuelve loca por sus abuelos.
En los jardínes infantiles hacen de vez en cuando para las festividades actividades con los abuelos y yo me bajoneaba cuando tenía que ir con mis pollos, incluso creo que más que ellos, porque me sentía un poco culpable de haberles separado del resto de su familia.

El rollo era 100% mío, pero de todas maneras no podía evitar que aquellas fiestas con abuelos me partieran el corazón.

Nuestras cuentas de teléfono no eran pequeñas pero el apoyo a distancia era completamente necesario, lo chistoso es que creo que ahora hablo con ellos menos que antes.

Por otro lado, me dan pena que mis suegritos no puedan gozar a mis pollos, sueño con ganarme el Loto y traérmelos a vivir con nosotros, aunque no estoy segura que aceptarían.

Mi mamá es mi gran consejera, en cuento a maternidad, como esposa y mujer en general, a pesar de ser muy diferentes trato de imitarla lo máximo posible, siempre me dijeron que yo tenía la personalidad de mi papá, extrovertida y buena para tirar tallas.

De a poco, creo que me parezco más a mamá en el sentido de ser algo más seriota y saber reclamar cuando se necesita, aún sin perder el sentido del humor.

Recuerdo cuando era chica que fuimos con mi madre a un café de Providencia y pedí una leche con plátano y un sandwich ave palta, mi mamá pidió un café.

Cuando me pidió un mordisco de mi pan, reclamó, aunque no recuerdo exactamente porque, tal vez el pan estaba duro, el pollo malo, vaya yo a saber, lo único que quería hacer era meterme debajo de la mesa y desaparecer del lugar.

Ahora la que sabe sacar la voz soy yo, y agregándole el condimento israelí/sudamericano, no son pocas veces las que me sacan de quicio y termino levantando la voz, no sin antes avisarles a mis niños en español que la mamá va a gritar un poco pero que no está enojada con ellos, jajaja, al menos eso aprendí de aquella ocasión.
Cuando los niños se me enferman aunque tenga doctor a 15 minutos de casa es más fácil pedirle la opinión a mamá, mal que mal yo y todos mis hermanos somos mamones...creo que mis hijos también lo serán y me da gusto la verdad que cuando tengan sus dudas o problemas van a venir a mi por consejos.

MI Abuela es la mejor, con ella tenemos una relación muy especial, por sobre el ñuñoqueo típico de los tatas.
Yo fui la primera nieta de todos mis primos, cuando eramos chicos e ibamos al colegio en la tarde pasábamos las mañanas con ella y cuando llegué a la adolecencia y me agarraba con mis padres me escapaba donde ella, por semanas o incluso meses.

Mi Samuelito tiene esa conexión con su abuela y me alegra mucho, es algo que hay que promover y no como alguna gente tonta ponerse celosa.

Este mismo fin de semana está en casa de ella, le dije que no podía viajar con ellos y él quería ir, así que se fue en bus, por segunda vez en su vida.

Desde Tiberias a Haifa es cerca de una hora de viaje pero no es un viaje menor, me emociono cuando veo lo grande que está mi bebé y se le extraña en casa aunque sea un día el que no esté, pero para él es lo mejor.

Además le comprendo, como hermana mayor en mi casa paternal, yo escapaba del ruido de mis dos hermanos y la casa en general y me refugiaba en la casa de mi Mamá Ruth, nunca le dije abuela, siempre le dije mami, y bueno mi Samuelito hace el mismo, sus hermanos son unos revoltosos, también nosotros los papás le debermos molestar y con mi mami tiene su espacio especial y silencioso que no puede tener acá.

En fin, en mi opinión estamos muy bien, es más nos queremos acercar y vivir lo más a la mano posible, y sería todo aunque en mis sueños me traigo a mi hermano y sobrinita para completar el choclón, porque no hay como estar en familia.