domingo, 30 de mayo de 2010

La Ruta de Israel

En Israel hay un dicho que dice que el país se conoce caminando.

Hay un sinfín de libros que recomiendan distintos paseos ya sean para padres con hijos, en bicicletas, o con no mas de 5 kilómetros de caminata, pero el más conocido y masivo se llama "La Ruta de Israel".

La ruta de Israel es un camino desde una punta del país a la otra, un paseo que se puede hacer en un mes caminando aproximadamente, hay marcas a lo largo de la Ruta que indican el camino a seguir y no es difícil guiarse por ellas.

Una de las etapas de la ruta está por el lado de nuestro kibbutz, a un kilómetro del río de la columna, porque en la mitad del río hay una columna de piedra muy grande.

Y en el libro de explicación está escrito que el que quiera puede llegar a acampar y pedir un baño caliente en alguna casa amiga, y bueno como en Chile se trata bien al amigo forastero, nosotros siempre damos esa mano amiga.



Esta semana hubo dos chicos muy simpáticos, Assaf y Rotem, que estaban encantados que los invitáramos a la comodidad de nuestro pasto porque duermen al aire libre, les prestamos la ducha y después tomamos café juntos. Ellos empezaron el tramo desde abajo en Eilat, asi que les queda muy poco por terminar.

Los turistas anteriores fueron un grupo de chicas gringas, creo que cinco o seis que simplemente se tomaron media casa y pasearon toda la noche del patio al baño como buenas "minas".

De todas maneras nos dejaron en el refrigerador un mensajito agradeciéndonos por la amabilidad.

Antes que ellos hubo un par que Samuel los invitó a casa y la verdad eran lo más fome que hay, entraron salieron, hola, gracias y chau, la verdad no recuerdo mucho mas de ellos, pero los llamamos "los fomes".

Hace cinco años atrás recibimos otros jamudim (amorosos), recuerdo que estaba embarazada de Gadi y la tercera pieza de la casa estaba desocupada, los dejamos dormir adentro con sus sacos de dormir, ellos nos cocinaron comida esa noche y cuando se fueron al otro día nos sacamos una foto todos juntos, así que debemos aparecer en su albúm de recuerdos.


También han llegado los eternos mochileros, que cuando llegaron se emocionaron por escuchar español y por ver los cartelitos que dicen "BAÑO" que mi Tía Nani hace, dijeron que se volvieron a sentir como en el paseo de sudamérica, después me contaron que también habían estado en India y alrededores, no se perdieron ni una.

Los israelíes son muy buenos para pasear y les encanta hacer caminatas, es más hay muchas páginas en internet que te recomiendan donde ir, te preguntan si son padres con niños pequeños, o si quieren que el paseo incluya un río o agua para mojarse, o más específicos como paseos en busca del algún animal o ave interesante o flores cuando es la época en que está todo verde y floreado.
En casi todos los parques hay repartidas mesas de camping y no es problema encontrar un lugar donde poder hacer un rico almuerzo silvestre el día sábado.

Como en mi trabajo recomiendo a muchas familias salir a pasear también conosco muchos de esos lugares secretos para algunos, como un río que antes de llegar al lago Kineret es un perfecto lugar para caminar por dentro del agua o como un par de piscinas naturales en los alrededores donde los más relajados se meterán y harán un rico picnic.


Es entretenido, Creo que en Chile con la cantidad de escenarios naturales de calidad que existen se "desperdician" en cierto sentido cuando los estudiantes deciden hacer viajes de estudio afuera del país.


Acá, cada curso hace un mini viaje de curso todos los años conciendo más y más del propio país, lo que me parece un ejemplo a seguir.

Para el santiaguino que le den ganas de salir a la naturaleza por estos días, recuerdo nuestro camping favorito con Jorge por su cercanía a la capital y su belleza natural-"La Cascada de la Ánimas", en el Cajón del Maipo, incluye una piscina que es con agua del mismo Río Maipo y cerca de una linda cascada a la que se llegaba con un mini tour de los dueños del camping, una recomendación excelente, y para los más pitucos, habían tambien cabañas.



De todas maneras y donde sea, pasear en familia por la naturaleza puede sólo hacer bien y estos israelíes lo saben bien.


Nos verémos por ahí de paseo!

jueves, 27 de mayo de 2010

Coincidencias del Destino

Poca gente sabe esta historia, pero a mi me marcó muchísimo, para bien.

Como la Yaeli tuvo problemas cuando nació, me tomé más tiempo del post natal y también mis días libres para que cuando entrara a la Sala Cuna estuviera más grande y fuerte.

Entró un día domingo, que acá en Israel es el primer día de la semana, cuando la pollita más chica tenía 5 meses y estuvo todo muy bien.

Al domingo siguiente, a una semana de haberla ingresado cuando la fui a recoger me dijeron que estaba media apática y que no quiso comer de mi leche que le había dejado, me llamó la atención, pero ella no tosía ni tenía fiebre así que no me preocupé.

Al otro día no se veía bien y a pesar de aún no tener fiebre nos fuimos al hospital, allá le descubrieron una neumonía fulminante que no fue sintomática, simplemente le agarró los pulmónes y empeoró silenciosamente.

Cuando nos hospitalizaron nos pusieron en una pieza con una ventana interior al cuarto/oficina de las enfermeras, la razón la dió el doctor en su vuelta de rigor con el equipo,-"esta niñita es la que está más grave en este momento"- dijo, y les dijo que tenían que estar atentos a su estado.

Yael dormía y dormía y no despertaba siquiera para mamar su comida, la alimentaban a través de infusión a la vena, mi chiquitita no tenía ni medio año de vida.

Un problema eran mis pobres pechugas que cada 4 horas se llenaban de leche y no había nadie que se alimentara de ellas, así que empecé a sacarme con esas maquinitas lecheras y congelaba toda la leche en unas bolsitas especiales para su mantención.

En Israel al ser hospitalizado un niño es obligatorio que un adulto esté con ellos en todo momento, lo que era muy cansador, por suerte con mi madre hacíamos turnos y así yo podía ir a ducharme a la casa y ver a Samuelito y Gadi, descansar poco y nada, porque me desesperaba por volver al ladito de mi beba.

Las noches apenas dormía porque entre las alarmas de las máquinas y niños llorando no se podía dormir más de dos horas de corrido.

Ahora lo bueno: En aquella hospitalización me tocó conocer a dos mujeres encantadoras y dos niñitos deliciosos.

A la primera que conocí fue a la vecina que estaba a nuestro lado derecho, Liat una chica de Tiberias y su bebé que se llamaba Lía, uno de los nombres que hasta pensé para Yael, tenía cara de risa en todo momento y un pito que sonaba cada vez que inhalaba.

De familia marrocana eran pura felicidad y muuucha comida todo el tiempo, la abuela llegaba con queques, berlínes y galletas todo hecho por ella, una delicia.


A mi lado izquierdo estaba Ofra con su bebé Shalev, ella era una mujer religiosa light, muy inteligente y interesante de hablar con ella. El chiquito era su quinto hijo y hacía unas apneas que lo dejaba sin aire por largos segundos.

Era mi compañera de café, yo tenía vasos de cartón y sobrecitos individuales, le preparaba café y me lo agradecía mucho. Ella y su marido son profesores de una escuela religiosa y tienen otros 4 niños muy educados una copia el uno al otro.


Uno hace lazos de amistad con estas compañeras de luchas, todas queríamos que nuestros pollitos se sintieran mejor, y cuando una tenía pipí o quería ducharse,la otra cuidaba del bebé por unos minutos, hasta recuerdo haber calmado a Shalev una vez que estaba llorando y Ofra se había quedado dormida en la silla al lado de la cunita de su hijo.


En fin, los días son interminables cuando estás con niños en el hospital, pero cambiándonos los juguetes conversando y animándonos entre nosotras se pasaba un poquito más rápido.


Una mañana estaba estirando las piernas y leyendo la planilla médica que estaban a los pies de la cuna de Lía y me dí cuenta que habían nacido el mismo día, que chistoso le digo a Liat, la madre, mira nacieron el mismo día...

-¿Dónde la tuviste? -le pregunté

- "Acá mismo en el Hospital de Poria". (Es el más cercano a Tiberias y a mi kibbutz)

- "Que raro que no te haya visto le dije, y a qué hora nació ella?"

Me respondió que como a las 3 de la tarde, la misma hora que yo entré a pabellón a la cesárea de Yael.

Aún recuerdo los nervios precesárea, al menos esta vez, la última vez, Jorge estuvo conmigo tomándome la mano cuando yo tiritaba en la cama de operación, las dos veces anteriores había estado sola...no se lo deseo ni a mi peor enemiga si tengo alguna por ahí...


-"Para peor," - me dice - "estaba con unas contracciones que te mueres y el anestesista estaba en una cesárea de emergencia, al final la tuve al natural"- y se rió.


Recuerdo la cara urgida de la matrona que entraba a la sala de operación y miraba al anestesista con cara de súplica - "está lista la señora ya, le puedes poner la epidural?" -

Y el anestesista recio decía que no se movía de mi lado porque era una operación de emergencia...

A la tercera vez que la matrona se asomó el anestesista le dijo que si era tan urgente llamara a alguien Emergencias...


A los pocos minutos mi panza estaba desinflada y salía a la luz una niñita preciosa, moradita moradita... la enfermera me dejó darle un beso y me dijo que urgente tenía que ponerle oxígeno y se la llevó, le solté la mano a Jorge y le dije que fuera detrás de ella, cuando sale del pabellón se escuchó un bebé llorar, la matrona nos sonrió para adentro y dijo -"al final la tuvo sin anestesia"-...esa era la Lía y la Liat, pero yo lo supe sólo medio año después.


Aún nos encontramos de vez en cuando en la ciudad, si Tiberias es una ciudad chica, también nos hemos visto en el consultorio y vemos cuan grandes están los niños y seguimos conociendo el resto de la familia.


La primera a la que dieron de alta fue a la chicha de Lía, la que se fue sonriendo preciosa, después mi Yaelita y cuando nos ibamos la Ofra me hacía pucheros porque se quedaba sola en el hospital, le dí un besote gigante a ella y a Shalev, ya que sabía que les quedaba poco también para irse...una semana pasamos juntas, son como unas vacaciones pero con muchísimo trabajo y estrés, pero llegar a casa después de haber vivido aquello, es la mejor sensación.


Creo que tuve suerte de conocerlas, preciosas las dos, una morenaza exótica y llena de vida y una religiosa conservadora simpátiquisima, aprendí de las dos y a mi manera les doy las gracias compartiendo nuestra historia con ustedes.

martes, 25 de mayo de 2010

Cruzo los Dedos

Y bueno como conté laz vez anterior, lo hecho - hecho está y no hay vuelta atrás.

Desde el momento que llegué al kibbutz, sentí que todos estos kilómetros cuadrados, todos los pastos y los árboles que hay frente a mi casa eran míos, pero no.

La carta que recibimos la semana pasada, en un día me rompió el corazón.

Después de hablar con con el Secretario General del kibbutz, me dijo que la intención no es que nos fueramos, sino que reconsideráramos la idea que nos proponía, me pareció demasiado diplomático para mi gusto.

En mi opinión debe haber recibido muchísimos comentarios en su contra para que al parecer se haya retractado así.

Creo que para dejarlo tranquilo es posible decirle que nuestras buenas relaciones están intactas, pero no sería verdad. Además todo está en punto suspensivo porque debería darnos una decisión sobre si nos deja o no quedar en nuestras actuales casas.

Creo yo que es como si el marido te engañara, tal vez podríamos seguir juntos, pero en el fondo no podría perdonarlo hasta el fin, siempre quedará una manchita negra en el corazón.

Y como todas las cosas negativas tienen un lado positivo, fue agradable recibir el apoyo de mucha gente que vive acá, hoy mismo, antes de las 8 de la mañana una vecina me tocó la puerta, yo lavando platos, en pijama y más encima cocinando, me debo haber visto de lo más Doña Florinda, pero ella entró preguntándome si era verdad, que no podía ser tal la tiranía, me dijo que iban a dejar la embarrada, hacer escándalos y le dije que eso estaba de más, no era necesario, y que de todas maneras mi desición de dejar el kibbutz ya estaba tomada.

Cruzo los dedos para que en nuestra cercana reunión con el banco nos vaya bien y podamos comprar la casa que nos interesa, que estémos pronto instalados con mis padres y miremos sólo hacia adelante.

Voy a recordar con mucha alegría los lindos años que viví en Hukuk, y como de nuestra llegada hace seis años sólo con nuestras maletas con ropas hemos hecho hoy de nuestra casa un hogar precioso. Casas de hace unas décadas atrás que logramos hacer de ellas algo lindo y acogedor.












Para cerrar el capítulo y hacer del pasado=pisado, tengo a tanta gente por agradecer que no podría ni empezar a enumerarlos. Algunos son amigos-familia, otros sabios consejeros a los que siempre me fue muy cómodo para pedir su opinión cuando dudábamos de algo.

Cruzo los dedos para no perder contacto con ellos, y cruzo los dedos para que cualquiera sea el lugar que nos vayamos nos enamoremos como nos enamoramos de nuestro primer hogar en la patria.
Cruzo los dedos y nos deseo suerte a todos, a nosotros con el nuevo comienzo y a Hukuk con su actuales desafíos.
Hasta Luego!




viernes, 21 de mayo de 2010

Grandes Decisiones

Nos ha caído un balde de agua fría en la cabeza.

Hemos recibido una carta que a mi parecer se sintió como un cuchillo envuelto en un pañuelo de seda, sí, tal vez suene cuático, pero me han herido profundamente.

El kibbutz que nos recibió con los brazos abiertos cuando llegamos a este país, nos ha citado a una reunión para conversar sobre mis dos pollos chicos y su continuación en los jardínes infantiles.

Ocurre que Gadi hace 2 años ya estudia en el jardín del Moshav de al lado, Livnim, y ahora nuestro kibbutz quiere que todos los chicos que estudian afuera vuelvan al sistema educativo de nuestra comunidad.

La cosa es que de la nada una carta poco sútil nos dice que lo más probable, es que el próximo Septiembre habrá un artículo en nuestro contrato de vivienda que nos obligue a llevar a los chicos sólo a jardínes de acá, toda una tiranía en mi opinión.

¿Cómo no voy a tener el derecho de decidir donde enviar a mis hijos a educarse?

Lo peor; ¿Cómo no voy a poder tener la libertad de escoger?

Muchas familias en mi misma posición han entrado a un estado de presión terrible, pensando que hacer con el alquiler, los chicos y todos los cariños que se tienen acá.

Estamos a una semana de Junio, el último mes escolar, quedarían después sólo dos meses más, que son de vacaciones, para arreglar muchísimas cosas, uuufff!


Como segunda cosa, mi hija menor, Yael, está en la Sala Cuna de nuestro kibbutz, así que tal vez debería pedir que me renueven contrato por media casa en vez de casa entera. O sea, en serio, no es que estémos desconectados 100%. Samuel mi hijo mayor va a la escuela que va todo el kibbutz también.

Desde otro punto de vista, tal vez necesitabamos ese pequeño impulso para salir de acá e independizarnos. Es más hoy he hablado con el Coso y mi madre de palabras mayores como comprar una casa y cambiarnos de comunidad. Así que es probable que como dice el dicho de la Kabbala ¨Todo sea para Mejor¨.

Pero no creo que sea el caso de otras familias las que están más complicadas que nosotros porque simplemente no hay casas disponibles a nuestros alrededores.


De todas maneras, la herida en el pecho está, la carta dice que somos una familiar ejemplar, con la que nunca se han tenido problemas, pero aún asi tenemos que apoyar económicamente al kibbutz, porque o sino los jardínes infantiles de acá van a cerrar, lo que es una pena pero no mi culpa.

Lo siento, pero mi hijo no es un producto, no se cambia de un lado a otro así como así. Él se queda donde está bien y nadie me lo mueve de allá.

En mi opinión el cierre de los jardínes sería una muestra más de la mala administracion de los kibutzim, las medidas para evitar el abandono de los chicos deberían haberse tomado hace años atrás y no volverse locos a última hora, y por supuesto no cambiar los contratos de arriendo de gente como nosotros que vivimos 6 años en este lugar.


Las buenas noticias es que con mis padres estamos pensando en comprar un duplex y vivir juntos, separados por un piso pero juntos para ayudarnos en caso de que sea necesario, a ellos por casualidad (o destino de por medio), se les acaba el contrato de arriendo en Agosto, lo que quiere decir que si nos movemos rápido y hacemos todo los necesario en dos meses más podríamos estar viviendo juntos.

Sólo D¨s sabe lo que va a pasar, pero estamos en una etapa decisiva y lo más importante es buscar el bienestar de los niños, y si de paso hacemos unos cambios radicales que sean para mejorar nuestra vida, todo será gracias a ellos, nuestros bebés.
Aún queda por decidir si nuestro paso por la vida de kibbutz ha llegado a su fin, sólo el tiempo lo dirá, pero por ahora les vuelvo a advertir... Con mis pollos no se metan!!

viernes, 7 de mayo de 2010

Under Pressure

Nuestros últimos días de trabajo con Jorge han sido a full, estamos los dos tan reventados que hemos tenido pesadillas, yo con respecto a un Over Booking que tengo a fin de mes y el Coso con el traspaso al trabajo nuevo incluída la mala onda que le tira constantemente su resentido jefe.

Estamos en alta temporada, no llegan menos de 30 piezas por día, llegando a ser todas las 72 piezas que tenemos las que salen un día para entrar todas al día siguiente.

Faltan 10 minutos para las nueve de la noche y se me cierran los ojos solos, no he podido domir bien las últimas noches y no tengo un segundo de descanso.

Corro en la mañana despertándo a los niños, preparando sus cosas, los reparto, llego al trabajo donde me espera cantidad de cosas para hacer y de ahí a la rapidita almuerzo, de la nada llegan las 4 y tengo que correr a sacar a los pollos de los jardínes, vuelvo a casa, me saco los zapatos y hay que revisar tareas, tal vez alcanzar a ordenar algo de ropa o lavar un poco de loza, porque para mucho con los niños no da. Han habido días que incluso llevé trabajo a casa, cosa que antes no sucedía.

A veces es difìcil controlar el mal genio y con Jorge nos gritoneamos mutuamente, hasta que se nos pasa, pero no es muy agradable, ojalá uno pudiese dejar el trabajo en la oficina pero eso no ocurre, especialmente porque vivo a menos de 300 metros de la pega y aunque quisiera no me puedo desconectar.

Y como dicen que llueve sobre mojado nuestra Yaelita tuvo una recaída con su último problema, que son las bajas de azúcar, ha estado con nosotros najo observación, 3 días, lo que parece poco pero se hace una eternidad cuando la llevo a la pega,tratas de trabajar y comienza a botar el agua de la máquina de agua, o desparrama toda la mesita que hay con bolsitas de café y azúcar para los invitados.
Aún así es un delicia, me enojo con ella y se pone a limpiar los charcos de agua que dejó.

Los niños también sufren con el estrés del fin del año escolar, ya me llamó la profesora jefe se Samuel para decirme que anda medio desconcentrado y que lo ayudemos a dar el último empuje.

Llamó también su profesor de Aiki, para decir que está en otra las últimas clases y que estemos en contacto porque vienen los exámenes para avanzar de cinturón y no quiere que se estrese.

Gadi que tiene su psicopedagoga, fisiterapia y ayuda extra en el jardín no está penscando a nadie actualmente y ya hemos sido avisados de su baja de motivación, decidimos con Jorge bajarle la carga y dejar de llevarlo a la psicopedagoga, mañana se despide de ella, al menos hasta el próximo año escolar, que comienza acá en Septiembre.

Queda sólo Junio antes de las vacaciones, de verdad espero que pase lo más rápido posible para que todos podamos respirar más hondo y relajarnos sof sof (por fin).