viernes, 21 de mayo de 2010

Grandes Decisiones

Nos ha caído un balde de agua fría en la cabeza.

Hemos recibido una carta que a mi parecer se sintió como un cuchillo envuelto en un pañuelo de seda, sí, tal vez suene cuático, pero me han herido profundamente.

El kibbutz que nos recibió con los brazos abiertos cuando llegamos a este país, nos ha citado a una reunión para conversar sobre mis dos pollos chicos y su continuación en los jardínes infantiles.

Ocurre que Gadi hace 2 años ya estudia en el jardín del Moshav de al lado, Livnim, y ahora nuestro kibbutz quiere que todos los chicos que estudian afuera vuelvan al sistema educativo de nuestra comunidad.

La cosa es que de la nada una carta poco sútil nos dice que lo más probable, es que el próximo Septiembre habrá un artículo en nuestro contrato de vivienda que nos obligue a llevar a los chicos sólo a jardínes de acá, toda una tiranía en mi opinión.

¿Cómo no voy a tener el derecho de decidir donde enviar a mis hijos a educarse?

Lo peor; ¿Cómo no voy a poder tener la libertad de escoger?

Muchas familias en mi misma posición han entrado a un estado de presión terrible, pensando que hacer con el alquiler, los chicos y todos los cariños que se tienen acá.

Estamos a una semana de Junio, el último mes escolar, quedarían después sólo dos meses más, que son de vacaciones, para arreglar muchísimas cosas, uuufff!


Como segunda cosa, mi hija menor, Yael, está en la Sala Cuna de nuestro kibbutz, así que tal vez debería pedir que me renueven contrato por media casa en vez de casa entera. O sea, en serio, no es que estémos desconectados 100%. Samuel mi hijo mayor va a la escuela que va todo el kibbutz también.

Desde otro punto de vista, tal vez necesitabamos ese pequeño impulso para salir de acá e independizarnos. Es más hoy he hablado con el Coso y mi madre de palabras mayores como comprar una casa y cambiarnos de comunidad. Así que es probable que como dice el dicho de la Kabbala ¨Todo sea para Mejor¨.

Pero no creo que sea el caso de otras familias las que están más complicadas que nosotros porque simplemente no hay casas disponibles a nuestros alrededores.


De todas maneras, la herida en el pecho está, la carta dice que somos una familiar ejemplar, con la que nunca se han tenido problemas, pero aún asi tenemos que apoyar económicamente al kibbutz, porque o sino los jardínes infantiles de acá van a cerrar, lo que es una pena pero no mi culpa.

Lo siento, pero mi hijo no es un producto, no se cambia de un lado a otro así como así. Él se queda donde está bien y nadie me lo mueve de allá.

En mi opinión el cierre de los jardínes sería una muestra más de la mala administracion de los kibutzim, las medidas para evitar el abandono de los chicos deberían haberse tomado hace años atrás y no volverse locos a última hora, y por supuesto no cambiar los contratos de arriendo de gente como nosotros que vivimos 6 años en este lugar.


Las buenas noticias es que con mis padres estamos pensando en comprar un duplex y vivir juntos, separados por un piso pero juntos para ayudarnos en caso de que sea necesario, a ellos por casualidad (o destino de por medio), se les acaba el contrato de arriendo en Agosto, lo que quiere decir que si nos movemos rápido y hacemos todo los necesario en dos meses más podríamos estar viviendo juntos.

Sólo D¨s sabe lo que va a pasar, pero estamos en una etapa decisiva y lo más importante es buscar el bienestar de los niños, y si de paso hacemos unos cambios radicales que sean para mejorar nuestra vida, todo será gracias a ellos, nuestros bebés.
Aún queda por decidir si nuestro paso por la vida de kibbutz ha llegado a su fin, sólo el tiempo lo dirá, pero por ahora les vuelvo a advertir... Con mis pollos no se metan!!

1 comentario:

  1. EEEsssaaa es mi prima!!!
    muy barsa la situacion en realidad
    ojala les resulte lo de vivir con los tiosss
    muchos besitos

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